UN AÑO PARA RECORDAR...




Boca cerró de la mejor manera un año que en su comienzo parecía no demasiado alentador. Pasó de hacer una floja campaña en la primera mitad a un campeonato histórico en el segundo semestre. Con un presente glorioso y un futuro promisorio.

Se termina el 2011, un año inolvidable para Boca, con victoria en el superclásico, despedida del titán Palermo, máxima goleador de la historia del Club, River jugando en el Nacional B, la obtención del Apertura con récord e invicto histórico en su haber y un futuro que promete.

Pero el año no había comenzado de la mejor manera: Falcioni debutaba con una goleada en contra en la propia Bombonera, Boca jugaba un flojo Clausura, había críticas en el comienzo del Apertura, incertidumbre y hasta el fantasma de los promedios al asecho.

La fiesta por la despedida del gran Titán y la alegría por el descenso del archirival parecían ser los únicos consuelos, pero la historia de Boca, la gente y el tiempo demandaban algo más.

Fue así que comenzó la segunda mitad del año y todo cambió: contradictoriamente a la idiosincrasia del resultadista fútbol argentino, el club apostó a un modelo de juego, a un DT, a un proyecto y a un futuro y los resultados están a la vista. Falcioni armó el equipo que quería, consolidó una forma de juego y logró lo que hacía 3 años venía negando y se alejaba cada vez más.

Con el flaco Schiavi, como principal estandarte, Juan Román Riquelme aportando ráfagas de fútbol de alto vuelo y un plantel fuerte, solidario y sacrificado, se logró el objetivo.

Pero Boca, fiel a su gloriosa historia, no anduvo con chiquitas y además de ganar el título dejó su marca en la historia del fútbol argentino: obtuvo su segundo campeonato invicto, con la vaya menos vencida en torneos cortos y una de las mayores cantidades de puntos de ventaja sobre el segundo de la tabla.

Como si fuera poco, el club cambió sus autoridades y tras una campaña signada por el acercamiento de distintos sectores políticos a cada aspirante a la presidencia, Daniel Angelici fue elegido para conducir los destinos de Boca.

Ahora Boca arrancará 2012, con Libertadores y Clausura, Copa Argentina. Los objetivos son claros. Hay proyecto, hay plantel, hay DT, hay hambre de gloria, hay espíritu boquense, hay hinchada, hay Boca para rato.

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